Un traductor-intérprete jurado es un fedatario público que puede dar fe de la veracidad y exactitud de una traducción. Es decir, un traductor jurado certifica con su firma y sello que es una traducción fiel del original.
La certificación por parte de un traductor jurado puede ser requerida en múltiples casos. Entre los documentos que requieren habitualmente estar acompañados por su traducción jurada se encuentran los expedientes académicos, certificados de matrimonio, de defunción, sumarios penales... y en general muchos de los documentos a presentar en procesos administrativos y judiciales, siempre que el documento original se encuentre en un idioma distinto a las distintas lenguas del estado español.